Ten paciencia con todo lo que aún no está resuelto en tu corazón y trata de amar las preguntas mismas...
No creo en las predicciones. Pero sí creo en las preguntas.

Vivimos en una época saturada de incertidumbre — no del tipo poético, sino del que revuelve el estómago a las tres de la mañana, te hace actualizar compulsivamente las noticias, te inunda de hipótesis y escenarios catastróficos. Y, sin embargo, nunca hemos estado menos preparados para enfrentarla. El capitalismo nos enseñó a patologizar la ansiedad —y luego nos vendió productos para suprimirla: seguros, apps de productividad, planes en cinco pasos, datos infinitos. Nos vendieron la certeza como una forma de salvación. Pero la verdad es que no saber forma parte de lo humano.

Hay preguntas que cargamos durante años —en silencio, con peso, a veces incluso sin palabras. Preguntas sobre el rumbo de nuestra vida, el futuro del planeta, el peso de un duelo o la forma de la justicia. Este oráculo digital nació de esa necesidad —no para controlar el futuro, sino para relacionarnos con él. Está inspirado en el antiguo juego hindú gyān caupaṛ, o Serpientes y Flechas —un mapa simbólico de la conciencia, jugado tradicionalmente como un viaje a través de 72 casillas arquetípicas. En su versión original, se lanza un dado y se avanza progresivamente: cada casilla construye sobre la anterior —una secuencia de transformación interior, donde las preguntas se encadenan en una sola narrativa.

Pero no es así como lo utilizo aquí. En este oráculo, cada pregunta está sola. Yo formulo una pregunta —personal, colectiva, existencial— y, a través de un número elegido al azar, caigo en una casilla. Desde ahí, la interpreto. Cada lectura nace en la filosofía del juego, pero se despliega de forma distinta que en mi libro. Un libro es una estructura. Este oráculo está vivo. Es un diálogo —entre la casilla simbólica, la pregunta que la convocó y el momento que estamos viviendo. Cada respuesta es a la vez una invitación a pensar y un experimento de creación de sentido. Anhelamos saber, creyendo que el conocimiento nos hará más seguros.
Pero a veces, necesitamos no saber —para proteger el misterio, para mantenernos despiertos, para impedir que el miedo secuestre la historia. Si sientes el llamado a hacer una pregunta personal y recibir una respuesta, te invito a una ceremonia del oráculo. Y si lo que necesitas es un proceso más continuo e integrador, ofrezco terapia psico-arquetípica —un espacio para explorar tu linaje, tu karma y los porqués profundos que moldean tu camino.
Oráculo para un mundo incierto
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